La constructora Bilba, una de las de mayor tamaño de Andalucía, finalizará el próximo abril un complejo de 144 viviendas en la zona de Ocean Village del Peñón.
Un proyecto singular construido sobre el mar. Este es el reto afrontado por la constructora Bilba con La Marina Club: un complejo de 144 viviendas en la zona Ocean Village de Gibraltar que se convierte en un nuevo exponente constructivo en el Peñón, donde, además, se elevan al máximo los estándares de calidad.
El proyecto tendrá en total una duración aproximada de dos años, con finalización prevista el próximo abril. La obra supone un nuevo ejemplo de las capacidades constructivas de Bilba, con una amplia experiencia en edificación, rehabilitación, comercial, hoteles, oficinas e industrial y también en proyectos de alta complejidad en energía, obra pública, obra civil e infraestructuras.
El complejo se compone de cinco bloques de tres plantas y suma una superficie total de unos 15.000 metros cuadrados. Las cinco cubiertas están ajardinadas y cuentan con piscinas y puentes que interconectan unas con otras. El proyecto se edifica sobre una plataforma pilotada en el mar y a escasos metros del aeropuerto de Gibraltar, hecho que añade complicación al desafío asumido por los departamentos de ingeniería, estudios, compras, calidad, seguridad y salud de Bilba, entre otros.
Manuel Aguilar, jefe de grupo de obra de Gibraltar y la provincia de Cádiz, destaca el minucioso cuidado que han requerido todos los acabados de esta obra para elevar al máximo la protección del medioambiente marino, tan próximo a la construcción.
La Marina Club es una evidencia más de las capacidades de Bilba, una compañía que demuestra año a año una sobrada capacidad técnica para cualquier tipo de complejidad y con un claro foco en las personas. La constructora cuenta con una plantilla propia y departamentos especializados que dan soporte y aportan soluciones en cada proceso del proyecto.
Por su parte, Manuel Gámiz, máximo responsable del equipo de Bilba en la obra, destaca en este sentido las dificultades añadidas que está teniendo la edificación. “Nos es imposible utilizar grúas al estar tan próximos al mar y no tener espacio suficiente; además, debemos tener un exhaustivo cuidado con la limpieza y evitar cualquier daño que se pueda causar a la fauna marina, así como el peligro a las pistas del aeropuerto”, apunta.
Bilba, una de las empresas constructoras de mayor tamaño de Andalucía, cuenta con 20 años de experiencia y más de 60 obras en activo y despunta como una de las empresas del sector más prometedoras de nuestro país.
Su éxito lo demuestra la confianza que le brindan sus diferentes partners, acompañándolos a lo largo de todo el proceso de duración de la obra. Su transparencia y cercanía han sido clave para su crecimiento, permitiéndole trabajar de forma colaborativa en sus proyectos.
Francisco Cerén, director general de Bilba, destaca este proyecto como un claro ejemplo de la eficacia en la colaboración entre promotor y constructor, una relación basada en la transparencia que neutraliza los riesgos de ambas partes frente a la incertidumbre tanto económica, fruto de la volatilidad actual de precios, como técnica, originada en proyectos de gran complejidad como este. El director asegura que las relaciones basadas en el clásico contrato de precio cerrado son demasiado rígidas para la coyuntura actual. El éxito del proyecto reafirma la dirección que ha tomado Bilba en el impulso de estos procesos colaborativos.